miércoles, 29 de septiembre de 2010

PERIODO PREPARATORIO: 4ª Semana


Artículo publicado en Diari de Tarragona. Agosto de 2010.



INTRODUCCIÓN
Nos encontramos en el periodo de siete días donde el equipo debe disputar el mayor número de partidos amistosos. Normalmente, se disputan entre dos o tres encuentros. Su ubicación dependerá un poco de las horas de viaje, la categoría del equipo rival y también de las sesiones entre medio para poder entrenar. Una organización coherente podría ser un bloque de dos partidos a principio de semana y el último disputarlo el Domingo. Para llevar a cabo esta estructura de microciclo es muy necesario, antes de iniciar la temporada, una buena coordinación entre director deportivo o coordinador y entrenador para acordar los partidos con los clubs rivales. Durante estos días el equipo se somete a muchos cambios debido a los encuentros y debe ir muy organizado en cuanto a horas de salida de viajes, entrenamientos, alimentación e hidratación, horas de descanso, etc.
Como preparadores físicos debemos considerar, el trabajo ejecutado por el equipo en los partidos, como la carga necesaria de entrenamiento. Este criterio se debe controlar y repartir coherentemente. En estos días no habrá ejercicios concretos o circuitos. Lo importante es que los jugadores compitan y adquieran el ritmo necesario (resistencia específica) exigiéndose al máximo de manera individual durante estos encuentros.

OBJETIVOS Y CONTENIDOS
El principal objetivo será que los jugadores obtengan la mayor capacidad de tolerar esfuerzos competitivos. Estos esfuerzos en competición exigen de una resistencia mixta específica. Resistencia mixta porque combinan acciones de alta intensidad con baja intensidad y durante periodos corto y medios de tiempo. Por otro lado, específica ya que se propone en dimensiones espaciales reales, frente a un rival y con presencia de público. No nos debemos olvidar de la acción musculo - esquelética. Las diferentes contracciones musculares también son específicas durante la competición, ya que se producen secuencias concéntricas – excéntricas o a la inversa de forma consecutiva y a máxima velocidad con amplitudes articulares extremas durante aceleraciones, frenadas, saltos, golpeos, cambios dirección o giros.
Resumiendo, la carga competitiva consta de una resistencia específica y una gran variedad de acciones músculo – esqueléticas. Por ello, en todos los artículos se ha mencionado la importancia de las propuestas tanto de resistencia como de fuerza. “Es tan importante tolerar un esfuerzo a nivel cardiovascular como que los músculos respondan de forma óptima frente a contracciones solicitadas por una acción explosiva concreta”.

PROPUESTAS
Al considerar, que la mayoría de sesiones de esta semana, el equipo estará disputando partidos amistosos, el resto de entrenamientos deberíamos proponer tareas regenerativas de baja intensidad (carreras, rondos, acciones técnicas con balón, centros y remates, estiramientos, fuerza compensatoria, etc.). Es muy aconsejable que dentro de estas sesiones, con el fin de recuperar al futbolista, se termine con pequeños progresivos. Con ello, estimularemos la circulación sanguínea en vasos y fibras musculares eliminando los productos fisiológicos de desecho acumulados durante la exigencia del partido.

CONSIGNAS Y CONCLUSIONES
A pesar del cansancio acumulado en las piernas de los jugadores, debemos incentivar a los futbolistas a que disputen estos encuentros a máxima intensidad durante el mayor tiempo posible. El mejor entrenamiento individual es en muchas ocasiones, competir a alto nivel.
Es muy recomendable, si disponemos de piscina o cubos con agua a baja temperatura, que los jugadores sumerjan las piernas durante cinco minutos para incentivar la eliminación de los productos de desecho o frente a golpes, el efecto antiálgico.