Entendemos el concepto como la información que nos llega al cerebro mediante tres tipos de aferencias*: propioceptivas (receptores articulares, musculares y tendinosos), vestibulares (relacionadas con el oído interno) y exteroceptivas (información del exterior vía cutánea, visual y auditiva).
Las aferencias propioceptivas son las encargadas de hacer llegar información sobre la posición, velocidad, dirección y la amplitud de movimiento de las articulaciones. Por otro lado, el estiramiento, la vibración y la contracción de los músculos.
Si planteamos una situación concreta en la que el jugador, es capaz de tomar consciencia sobre alguna articulación, la contracción de los músculos responsables de su movilidad, el control de cintura pélvica y una correcta posición del raquis, estaremos estimulando las aferencias propioceptivas.
Las propuestas de trabajo dirigidas hacia estos contenidos obtienen jugadores con mayor capacidad de corrección postural frente a movimientos y posiciones del aparato locomotor extremas que dan lugar a lesiones articulares – ligamentosas durante la competición.
En resumen, las tareas propioceptivas deben plantearse a los futbolistas para que tomen conciencia sobre ciertas partes de su cuerpo, tengan un mayor control de sus músculos contraídos y consigan una óptima estabilidad articular en diferentes grados de dificultad.
Existen dos grandes líneas de intervención:
La prevención de lesiones en el terreno deportivo.
El tratamiento de las inestabilidades articulares producidas por la lesión de los elementos cápsulo – ligamentosos.
Categorías y progresión de trabajo:
Desequilibrios y apoyos sobre el suelo estable.
Desequilibrios y apoyos sobre base inestable.
Las aferencias propioceptivas son las encargadas de hacer llegar información sobre la posición, velocidad, dirección y la amplitud de movimiento de las articulaciones. Por otro lado, el estiramiento, la vibración y la contracción de los músculos.
Si planteamos una situación concreta en la que el jugador, es capaz de tomar consciencia sobre alguna articulación, la contracción de los músculos responsables de su movilidad, el control de cintura pélvica y una correcta posición del raquis, estaremos estimulando las aferencias propioceptivas.
Las propuestas de trabajo dirigidas hacia estos contenidos obtienen jugadores con mayor capacidad de corrección postural frente a movimientos y posiciones del aparato locomotor extremas que dan lugar a lesiones articulares – ligamentosas durante la competición.
En resumen, las tareas propioceptivas deben plantearse a los futbolistas para que tomen conciencia sobre ciertas partes de su cuerpo, tengan un mayor control de sus músculos contraídos y consigan una óptima estabilidad articular en diferentes grados de dificultad.
Existen dos grandes líneas de intervención:
La prevención de lesiones en el terreno deportivo.
El tratamiento de las inestabilidades articulares producidas por la lesión de los elementos cápsulo – ligamentosos.
Categorías y progresión de trabajo:
Desequilibrios y apoyos sobre el suelo estable.
Desequilibrios y apoyos sobre base inestable.
Desequilibrios y apoyos sobre base inestable transferidos a gestos específicos.
*Aferente: adj. Anat. y Biol. Dicho de una formación anatómica: Que transmite sangre, linfa, otras sustancias o un impulso energético desde una parte del organismo a otra que respecto de ella es considerada central.
