
EL ANÁLISIS de Luis César Sampedro
"El esfuerzo y la generosidad por encima del talento"
Miércoles, 11 de Marzo de 2009. Diario La Voz de Galicia.
En la Champions no llega con el talento. Los equipos que llegan lejos son los capaces de traspasar sus límites, como el Liverpool, un conjunto apasionado y agresivo, capaz de propiciar el error del rival, que juega con intensidad mayor y que impide jugar al Madrid. Quizá Juande disponga de más talento y mejores futbolistas, pero cayó con todo el equipo frente a la pasión y el coraje.
Mejor que en la ida
El encuentro ha sido diferente al del Bernabéu. En Madrid, el Liverpool salió a defender, a que no le hicieran daño, no a jugar. Ayer mordió y atacó. Quiso y pudo. Once futbolistas con las pinturas de guerra frente a un rival sin respuesta. El Liverpool es generoso. Los campeonatos no se ganan sin un alto nivel de unidad y esfuerzo solidario, de compromiso. Y eso sí lo vemos siempre en el Liverpool: generosidad, esfuerzo permanente y un grupo que sabe lo que persigue.
Errores arbitrales.
El colegiado se ha equivocado, pero eso es una circunstancia incontrolable del juego. Lo que debe de saber el Madrid es que los dos primeros goles le llegan tras perder el balón y no saber gobernar la transición defensiva; siempre lo hace encontrado en desequilibrio. Cuando ataca, el Madrid no está pensando en la pérdida y se desequilibra y eso ante el Liverpool, que vive de morder y contragolpear, es letal. El Madrid no supo gestionar ese tiempo que está entre la pérdida del balón y empezar a defender.
Pese a lo sucedido ayer, sigo pensando que la Premier League tiene menos calidad que la Liga española, pero eso sí, cuenta con tres equipos que están al nivel de los mejores españoles. Tres conjuntos que dan valor a su competición. El Madrid ha sido víctima de sus equivocaciones, no de una competición menor. Ha recibido una lección. Los resultados camufl an las miserias de los equipos. El Madrid debe aprender de lo sucedido en Anfield. Falló con estrépito ante un equipo formado por jugadores probablemente peores que los suyos.